viernes, 8 de julio de 2016

Maquillaje en la época victoriana

El maquillaje en la época victoriana, salvo pequeñas excepciones estaba "prohibido" por creerse que era solo para las mujeres mundanas.


En la época victoriana, era un deber de la mujer el alcanzar una belleza tierna, delicada y con rubores naturales, pero sin decir en público que se utilizaban cosméticos que estaban asociados a las mujeres mundanas. 

Hasta los 30, la mujer debía de cuidar su belleza de manera natural ayudada únicamente por colorete, los polvos discretos, los perfumes como la violeta o la lavanda y "mejoradores" para la piel y el cabello, pero a partir de dicha edad, podía decidir si usar cosméticos o no, pero en privado.

La piel debía ser brillante, sin imperfección y lo más blanca posible. para ello, se levaba la piel con agua a diferentes temperaturas, con jabones naturales y debía frotarse con cepillos de piel de camello. Si se tenía imperfecciones, se usaba mercurio, azufre, e incluso se ingería tiza. También se usaban zinc, belladona, antimonio y sulfuro de plomo. 

Para las arrugas, se utilizaba pequeñas corrientes eléctricas, para la depilación un preparado de arsénico, lima y potasio, para los párpados se usaba pomada de mercurio y para los ojos brillantes, zumo de naranja. 

El cabello más favorecedor era el rubio, que se conseguía si no era rubia, con peróxido de hidrógeno. Se cepillaba 4 veces al día durante unos 10 minutos y el producto estrella para el cabello era la grasa de oso. 

En 1872, un farmacéutico, Robert A. Chesebrough patentó la vaselina que era un residuo del petróleo con propiedades curativas y que las mujeres utilizaban como hidratante, aceite capilar y brillo de labios. 

Por suerte, algunos productos que eran fraudulentos, fueron denunciados y las mujeres empezaron a desconfiar de los productos donde no se indicaba su composición y algunos de estos vendedores acabaron sus días en prisión, mientras las mujeres acudían a la botica para sus cosméticos y, algunas, directamente a su jardín, de donde sacaban no solo el agua de rosas, también el aceite de almendras. 

1 comentario: